sábado, 5 de mayo de 2012

Triste historia de amor...

Hola de nuevo. Llegó la hora del amor...

Cuando tenía 14 salí con un chico de mi misma edad. Él era irakí. Muy maduro para su edad, o al menos eso creí. Vino a Argentina desde muy chico y se instaló en Belgrano. Cuando su padre, el sostén de la familia, murió, se mudó al Gran Buenos Aires y comenzó a tener problemas económicos. Estaba muy resentido y no era una persona agradable, pero en vez de tratanlo igual que todos: rechazarlo, yo intenté comprenderlo e integrarlo al curso. Después una compañera mía se enamoró de él, cuando ya lo había ayudado a cambiar su reputación, y el malagradecido me dejó por ella. En fin...

   A los 16 tuve la peor relación de mi vida, y es en parte la principal causa por la que aún sea virgen. El chico con el que salía tenía 18 y al principio parecía el hombre perfecto: detallista, dulce, cariñoso, dedicado, etc. Conforme pasó el tiempo comenzó a mostrarme su lado oscuro. Primero me disminuyó la auto-estima, luego comenzó a golpearme, me enseñó a robar, a usar armas (que por suerte nunca necesité), me convidó cosas que nunca debí haber probado, me obligaba a que inhalara pegamento para matar el hambre (no quería que engordara, aunque mi peso estaba por debajo del normal), me ponía los cuernos, etc.
   Como no quería acostarme con él (llevábamos menos de medio año juntos) lo hacía con otras chicas, y para colmo cuando volvía me lo contaba TODO. De hecho, en algunas ocasiones, llegué a ver ciertas cosas con MIS PROPIOS OJOS. Me decía lo que se sentía, lo que me estaba perdiendo, y que era culpa mía por no decidirme a ocupar el lugar de sus amantes. Cuando no conseguía a nadie con quien tener relaciones me decía que el sexo era la fuente vital de todo hombre y que si no me acostaba con él, se deterioraba. A todo esto yo ya no tenía amigos, porque cuando comencé a salir con él me fue alejando de los míos y acercando más a los suyos.
   Pero después de todo eso... ¿Qué fue lo que realmente me llevó a dejarlo, por fin?: sí, trató de violarme. A los 5 meses de noviazgo, estábamos en su casa. Entramos besándonos y toqueteándonos a su habitación, y hasta ese momento todo era consentido de ambas partes, pero cuando trató de llegar más lejos me negué. Entonces, comenzó a ser brusco conmigo. Me obligó a hacerle sexo oral, pero cuando introdujo su miembro en mi boca lo mordí. Después le pegué con una lámpara y me escapé.
   A los pocos días de ese acontecimiento vino a pedirme perdón, dijo que yo lo había provocado. Como no lo disculpé amenazó con suicidarse si no volvía con él; sin embargo, yo había llegado a un punto en el que ya no me importaba lo que fuera de su mísera existencia, y cuando volví a negarme me amenazó con matarme a mí. No sabía si era capaz, nunca lo había visto dispararle a nadie, aunque presumiera mucho, pero tenía miedo, mucho miedo, porque también era capaz de hacer otras cosas que tampoco me gustaban. A pesar de todo, en el fondo prefería morir que seguir atada a él, y finalmente me dejó ser libremente viva.
   Ahora, 3 años después, empecé a salir con un hombre de 29. Sé lo que dirán, es muy viejo para mí, pero yo lo amo y él me cuida mucho, me respeta, me demuestra amor... Todas las personas que me critican de "gato" y a él de "pervertido" no tienen la menor idea de lo bien que me hace sentir, de lo bueno que es y lo feliz que me hace, más que cualquier otro chico de mi edad. Y, por primera ve en la vida, estoy considerando la idea de entregarme a alguien en todos los sentidos, cuando nunca lo había soñado si quiera antes. Él ahuyenta todos mis miedos, me hace sentir segura, protegida, linda, y, sobre todo, valorada...

                                                             Gracias Mark! 

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